Skip to main content

POR EL CONTRARIO, AMAD A VUESTROS ENEMIGOS, HACED EL BIEN Y PRESTAD SIN ESPERAR NADA


 Salmo 138, 1-3. 13-14ab. 23-24 


R/. Guíame, Señor, por el camino eterno.

Señor, tú me sondeas y me conoces.

Me conoces cuando me siento o me levanto,

de lejos penetras mis pensamientos;

distingues mi camino y mi descanso,

todas mis sendas te son familiares. R/.


Tú has creado mis entrañas,

me has tejido en el seno materno.

Te doy gracias, porque me has plasmado portentosamente,

porque son admirables tus obras. R/.


Sondéame, oh, Dios, y conoce mi corazón,

ponme a prueba y conoce mis sentimientos,

mira si mi camino se desvía,

guíame por el camino eterno. R/.


Por el contrario, amad a vuestros enemigos, haced el bien y prestad sin esperar nada


San Lucas 6, 27-38


En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:


«A vosotros los que me escucháis os digo: amad a vuestros enemigos, haced el bien a los que os odian, bendecid a los que os maldicen, orad por los que os calumnian.


Al que te pegue en una mejilla, preséntale la otra; al que te quite la capa, no le impidas que tome también la túnica. A quien te pide, dale; al que se lleve lo tuyo, no se lo reclames.


Tratad a los demás como queréis que ellos os traten. Pues, si amáis a los que os aman, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores aman a los que los aman. Y si hacéis bien sólo a los que os hacen bien, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores hacen lo mismo.


Y si prestáis a aquellos de los que esperáis cobrar, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores prestan a otros pecadores, con intención de cobrárselo.


Por el contrario, amad a vuestros enemigos, haced el bien y prestad sin esperar nada; será grande vuestra recompensa y seréis hijos del Altísimo, porque él es bueno con los malvados y desagradecidos.


Sed misericordiosos como vuestro Padre es misericordioso; no juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados; dad, y se os dará: os verterán una medida generosa, colmada, remecida, rebosante, pues con la medida con que midiereis se os medirá a vosotros».

ordendesanbenito.org/donations 



Comments

Popular posts from this blog

NO OS CANSÉIS DE HACER EL BIEN

Manteneos firmes e inconmovibles en la fe, haciendo siempre progresos en la obra del Señor; sed conscientes de que vuestro trabajo no es vano a los ojos del Señor. No os canséis de hacer el bien. 1Co 15,58; 2Ts 3,13. ordendesanbenito.org/donations

LA SAL BENDECIDA Y EXORCIZADA

Los sacramentales LA SAL BENDECIDA Y LA EXORCIZADA* *SIGNIFICADO:* La sal normal da sabor y preserva de la corrupción. *FUNCIÓN:* La sal bendecida da sabor divino, nos quita el miedo y calma la ansiedad, y además nos protege del mal, pues no permite que se quede en nosotros. *EFECTO EN LOS DEMONIOS*: La sal bendecida, cuando la añadimos a nuestros alimentos, lleva su bendición hasta la última célula de nuestro cuerpo, con los nutrientes de la comida. Si la sal además está exorcizada, no solo nos fortalecerá y protegerá de lo que venga, sino que además arrojará de nosotros a los demonios que ya nos estén hostigando, y, como si hay enfermedades causadas por los demonios, la sal exorcizada ayuda a curarse de ellas poco a poco. Si echamos algo de sal bendita en un lugar, ésto lo preservará del mal. Si echamos sal exorcizada, no solo impedirá que el mal entre, sino que además arrojara al que ya este adentro. Si echamos un poco de sal al agua bendita, ésta durara en buen estado más tiemp

MARTES 9 DE ABRIL EN MONASTERIO BENEDICTINO POSTULANTADO DEL HERMANO JUAN CARLOS RAMÍREZ: ADORACIÓN EUCARÍSTICA

Postulantado del Hermano Juan Carlos Carrasco Ramirez   Salmo 92, 1ab. 1c-2. 5 R/. El Señor reina, vestido de majestad El Señor reina, vestido de majestad; el Señor, vestido y ceñido de poder. R/. Así está firme el orbe y no vacila. Tu trono está firme desde siempre, y tú eres eterno. R/. Tus mandatos son fieles y seguros; la santidad es el adorno de tu casa, Señor, por días sin término. R/. “ Tenéis que nacer de nuevo ” Lectura del santo evangelio según san Juan 3, 7b-15 En aquel tiempo, dijo Jesús a Nicodemo: «Tenéis que nacer de nuevo; el viento sopla donde quiere y oyes su ruido, pero no sabes de dónde viene ni adónde va. Así es todo el que ha nacido del Espíritu». Nicodemo le preguntó: «¿Cómo puede suceder eso?». Le contestó Jesús: «¿Tú eres maestro en Israel, y no lo entiendes? En verdad, en verdad te digo: hablamos de lo que sabemos y damos testimonio de lo que hemos visto, pero no recibís nuestro testimonio. Si os hablo de las cosas terrenas y no me creéis, ¿cómo creeréis si os