Orden de San Benito, Hialeah

LOS DEMONIOS PUEDEN BLOQUEAR LA ASISTENCIA A LA MISA || TESTIMONIO El Padre Stephen Rossetti, exorcista, escribe lo siguiente: «He estado ayudando a un hombre que padece una fuerte presencia demoníaca. No solo lo alentamos a que rece las oraciones de liberación todos los días, sino también a que asista a la Misa dominical. Esto es fundamental. No hay nada más poderoso y más odiado por los demonios que asistir a Misa y recibir el Cuerpo y la Sangre de Jesús. El aborrecimiento de los demonios por la Eucaristía es una evidencia de su eficacia espiritual y, en última instancia, de la enseñanza de la presencia real de Cristo. Cada vez que pronuncio el nombre “Jesús”, el poseído dice que “los demonios están muy enojados” y que “es realmente muy doloroso”. Pero la Eucaristía es algo mucho más superior que sólo el nombre de Jesús, y por ello los demonios hacen todo lo posible para que los poseídos no asistan a ella. Semana tras semana lo estuve animando a asistir a Misa, pero no podía. Le preg...

📮 EL PODER DE LA EUCARISTÍA Y DEL SANTÍSIMO SACRAMENTO, CONFESIONES DE LOS DEMONIOS  Durante los exorcismos los demonios se ven obligados a confesar realidades que los  aplastan en el mundo espiritual y material, especialmente por el tremendo poder que tiene una hora santa unido a la adoración ante el Santísimo Sacramento, cito:  "¡Ahí está Él, escondido en ese pan blanco! Pero no está oculto para nosotros; lo vemos y su luz nos quema. ¡Es como un fuego que no podemos apagar!" "Ese pedazo de pan no es solo pan. ¡Es Él, el mismo que nos echó del cielo! ¡Lo odiamos, pero no podemos acercarnos!" "Si los humanos supieran quién está realmente ahí, ¡el mundo entero se arrodillaría y nosotros seríamos derrotados para siempre!" "Cada minuto que pasan delante de Él, nos quita fuerza. ¡Nos obliga a huir como cobardes!" "Ese lugar donde lo adoran está lleno de ángeles. ¡No podemos entrar ahí ni siquiera con nuestras trampas!" "Cuando lo ador...

  El amigo de Padre Pío que estuvo en el purgatorio Fray Daniele Natale, fue un sacerdote capuchino italiano que se dedicó a misionar en medio de tierras hostiles durante la Segunda Guerra Mundial. Socorría con prisa a los heridos, enterraba a los muertos y ponía a salvo los objetos litúrgicos. En este escenario transcurría su misión cuando en 1952, en la clínica “Regina Elena”, le diagnosticaron un cáncer de Bazo. Con esta triste noticia se fue a ver al Padre Pio, su amigo y guía espiritual, quien le insistió tratar su enfermedad. Fray Daniele viajó a Roma y encontró al especialista que le habían recomendado, el doctor Riccardo Moretti. Este médico, al principio, no quería realizar la operación, porque estaba seguro de que el paciente no iba a sobrevivir. Al final, sin embargo, influenciado por un impulso interior, decidió internarlo. La intervención se llevó a cabo al día siguiente por la mañana. Fray Daniele, a pesar de que le habían administrado la anestesia, siguió consciente....