Orden de San Benito, Hialeah

Salmo 127,1-2.3.4-5  R/. Dichosos los que temen al Señor Dichoso el que teme al Señor y sigue sus caminos. Comerás del fruto de tu trabajo, serás dichoso, te irá bien. R/. Tu mujer, como parra fecunda, en medio de tu casa; tus hijos, como renuevos de olivo, alrededor de tu mesa. R/. Ésta es la bendición del hombre que teme al Señor. Que el Señor te bendiga desde Sión, que veas la prosperidad de Jerusalén todos los días de tu vida. R/. Él le contestó: «Anda, vete, que por éso que has dicho, el demonio ha salido de tu hija». San Marcos 7,24-30 En aquel tiempo, Jesús fue a la región de Tiro. Entró en una casa procurando pasar desapercibido, pero no logró ocultarse. Una mujer que tenía una hija poseída por un espíritu impuro se enteró enseguida, fue a buscarlo y se le echó a los pies. La mujer era pagana, una fenicia de Siria, y le rogaba que echase el demonio de su hija. Él le dijo: «Deja que se sacien primero los hijos. No está bien tomar el pan de los hijos y echárselo a los perrito...

  Salmo 1 Crón 29, 10bc. 11abc. 11d-12a. 12bcd  R/. Tú eres Señor del universo. Bendito eres, Señor, Dios de nuestro padre Israel, por los siglos de los siglos. R/. Tuyos son, Señor, la grandeza y el poder, la gloria, el esplendor, la majestad porque tuyo es cuanto hay en el cielo y tierra. R/. Tú eres rey y soberano de todo de ti viene la riqueza y la gloria. R/. Tú eres Señor del universo, en tu mano está el poder y la fuerza, tú engrandeces y confortas a todos. R/. «Pedid y se os dará, buscad y encontraréis, llamad y se os abrirá San Mateo 7, 7-11 En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Pedid y se os dará, buscad y encontraréis, llamad y se os abrirá; porque todo el que pide recibe, quien busca encuentra y al que llama se le abre. Si a alguno de vosotros le pide su hijo pan, ¿le dará una piedra?; y si le pide pescado, ¿le dará una serpiente? Pues si vosotros, aun siendo malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¡cuánto más  vuestro Padre que está en los c...