Skip to main content

TU FE TE HA SALVADO, VETE EN PAZ


 Jesús en Ti Confío 


Salmo 117, 1-2. 16-17. 28 


R/. Dad gracias al Señor porque es bueno

Dad gracias al Señor porque es bueno,

porque es eterna su misericordia.

Diga la casa de Israel:

eterna es su misericordia. R/.


«La diestra del Señor es poderosa,

la diestra del Señor es excelsa».

No he de morir, viviré

para contar las hazañas del Señor. R/.


Tú eres mi Dios, te doy gracias;

Dios mío, yo te ensalzo. R/.


«Tu fe te ha salvado, vete en paz».


San Lucas 7, 36-50

En aquel tiempo, un fariseo rogaba a Jesús que fuera a comer con él y, entrando en casa del fariseo, se recostó a la mesa. En esto, una mujer que había en la ciudad, una pecadora, al enterarse de que estaba comiendo en casa del fariseo, vino trayendo un frasco de alabastro lleno de perfume y, colocándose detrás junto a sus pies, llorando, se puso a regarle los pies con las lágrimas, se los enjugaba con los cabellos de su cabeza, los cubría de besos y se los ungía con el perfume. Al ver esto, el fariseo que lo había invitado se dijo:

«Si éste fuera profeta, sabría quién y qué clase de mujer es la que lo está tocando, pues es una pecadora».

Jesús respondió y le dijo:

«Simón, tengo algo que decirte».

Él contestó:

«Dímelo, Maestro».

Jesús le dijo:

«Un prestamista tenía dos deudores: uno le debía quinientos denarios y el otro cincuenta. Como no tenían con qué pagar, los perdonó a los dos. ¿Cuál de ellos le mostrará más amor?».

Respondió Simón y dijo:

«Supongo que aquel a quien le perdonó más».

Le dijo Jesús:

«Has juzgado rectamente».

Y, volviéndose a la mujer, dijo a Simón:

«¿Ves a ésta mujer? He entrado en tu casa y no me has dado agua para los pies; ella, en cambio, me ha regado los pies con sus lágrimas y me los ha enjugado con sus cabellos. Tú no me diste el beso de paz; ella, en cambio, desde que entré, no ha dejado de besarme los pies. Tú no me ungiste la cabeza con ungüento; ella, en cambio, me ha ungido los pies con perfume. Por éso te digo: sus muchos pecados han quedado perdonados, porque ha amado mucho, pero al que poco se le perdona, ama poco».

Y a ella le dijo:

«Han quedado perdonados tus pecados».

Los demás convidados empezaron a decir entre ellos:

«¿Quién es éste, que hasta perdona pecados?».

Pero él dijo a la mujer:

«Tu fe te ha salvado, vete en paz».


ordendesanbenito.org




Comments

Popular posts from this blog

NO OS CANSÉIS DE HACER EL BIEN

Manteneos firmes e inconmovibles en la fe, haciendo siempre progresos en la obra del Señor; sed conscientes de que vuestro trabajo no es vano a los ojos del Señor. No os canséis de hacer el bien. 1Co 15,58; 2Ts 3,13. ordendesanbenito.org/donations

LA SAL BENDECIDA Y EXORCIZADA

Los sacramentales LA SAL BENDECIDA Y LA EXORCIZADA* *SIGNIFICADO:* La sal normal da sabor y preserva de la corrupción. *FUNCIÓN:* La sal bendecida da sabor divino, nos quita el miedo y calma la ansiedad, y además nos protege del mal, pues no permite que se quede en nosotros. *EFECTO EN LOS DEMONIOS*: La sal bendecida, cuando la añadimos a nuestros alimentos, lleva su bendición hasta la última célula de nuestro cuerpo, con los nutrientes de la comida. Si la sal además está exorcizada, no solo nos fortalecerá y protegerá de lo que venga, sino que además arrojará de nosotros a los demonios que ya nos estén hostigando, y, como si hay enfermedades causadas por los demonios, la sal exorcizada ayuda a curarse de ellas poco a poco. Si echamos algo de sal bendita en un lugar, ésto lo preservará del mal. Si echamos sal exorcizada, no solo impedirá que el mal entre, sino que además arrojara al que ya este adentro. Si echamos un poco de sal al agua bendita, ésta durara en buen estado más tiemp

MARTES 9 DE ABRIL EN MONASTERIO BENEDICTINO POSTULANTADO DEL HERMANO JUAN CARLOS RAMÍREZ: ADORACIÓN EUCARÍSTICA

Postulantado del Hermano Juan Carlos Carrasco Ramirez   Salmo 92, 1ab. 1c-2. 5 R/. El Señor reina, vestido de majestad El Señor reina, vestido de majestad; el Señor, vestido y ceñido de poder. R/. Así está firme el orbe y no vacila. Tu trono está firme desde siempre, y tú eres eterno. R/. Tus mandatos son fieles y seguros; la santidad es el adorno de tu casa, Señor, por días sin término. R/. “ Tenéis que nacer de nuevo ” Lectura del santo evangelio según san Juan 3, 7b-15 En aquel tiempo, dijo Jesús a Nicodemo: «Tenéis que nacer de nuevo; el viento sopla donde quiere y oyes su ruido, pero no sabes de dónde viene ni adónde va. Así es todo el que ha nacido del Espíritu». Nicodemo le preguntó: «¿Cómo puede suceder eso?». Le contestó Jesús: «¿Tú eres maestro en Israel, y no lo entiendes? En verdad, en verdad te digo: hablamos de lo que sabemos y damos testimonio de lo que hemos visto, pero no recibís nuestro testimonio. Si os hablo de las cosas terrenas y no me creéis, ¿cómo creeréis si os