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BENDICIÓN PAPAL URBI ET URBI -ORACIÓN








Evangelio de Marcos (4,35-41), en el que Jesús calma la tormenta en el mar de Galilea, luego de ser despertado por los apóstoles que lo acompañaban en la barca.



San Juan PabloII

“Dios omnipotente y misericordioso, mira nuestra dolorosa condición: conforta a tus hijos y abre nuestros corazones a la esperanza, para que sintamos en medio de nosotros tu presencia de Padre”, dijo el Santo Padre antes de la lectura del Evangelio.


Dijo el Santo Padre.


“El Señor se despierta para despertar y avivar nuestra fe pascual. Tenemos un ancla: en su Cruz hemos sido salvados. Tenemos un timón: en su Cruz hemos sido rescatados. Tenemos una esperanza: en su Cruz hemos sido sanados y abrazados para que nadie ni nada nos separe de su amor redentor”.


Francisco resaltó luego que “en medio del aislamiento donde estamos sufriendo la falta de los afectos y de los encuentros, experimentando la carencia de tantas cosas, escuchemos una vez más el anuncio que nos salva: ha resucitado y vive a nuestro lado”. 




“hemos sido salvados para hospedar la esperanza y dejar que sea ella quien fortalezca y sostenga todas las medidas y caminos posibles que nos ayuden a cuidarnos y a cuidar. Abrazar al Señor para abrazar la esperanza. Ésta es la fuerza de la fe, que libera del miedo y da esperanza”.



El Papa Francisco reza ante el ícono de la Salus Populi Romani


“Queridos hermanos y hermanas: Desde éste lugar, que narra la fe pétrea de Pedro, ésta tarde me gustaría confiarlos a todos al Señor, a través de la intercesión de la Virgen, salud de su pueblo, estrella del mar tempestuoso. Desde ésta columnata que abraza a Roma y al mundo, descienda sobre vosotros, como un abrazo consolador, la bendición de Dios”, subrayó.


“El Santo Padre Francisco, a todos aquellos que reciben la bendición eucarística, también por medio de la radio, la televisión y de otras tecnologías de comunicación, concede la indulgencia plenaria en la forma establecida por la Iglesia”, dijo el Purpurado italiano.










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