40 días después de la Resurrección, "La Ascensión del Señor", domingo 24 de mayo del 2020.
La Solemnidad gloriosa y gozosa es la Ascensión del Señor.
Ascensión del Señor. En el rezo del santo rosario, en los misterios gloriosos, el segundo. Orden De San Benito
Y resucitó al tercer día según las Escrituras y subió al cielo; y está sentado a la derecha del Padre.
A los cuarenta días después de la Resurrección habiendo instruido a sus Apóstoles sobre la nobilísima misión de establecer el Reino de Dios en el mundo, Jesús iba a subir al cielo, donde le esperaban las glorias celestiales. Bendijo a su querida Madre, a los Apóstoles y discípulos y se despidió de ellos. Una nube lo ocultó de sus miradas.
Le acompañaban innumerables espíritus, los primeros frutos de la redención, que Él había sacado del Limbo. Las jerarquías angélicas salían al encuentro del Salvador del mundo. EWTN
Los primeros cristianos llamaban a la "Virgen María Auxiliadora." "Madre de Dios y Auxiliadora."
Hoy, también estamos celebrando a María Auxiliadora. Auxilio de los cristianos en tiempos difíciles. En 1860 la Santísima Virgen se aparece a San Juan Bosco y le dice que quiere ser honrada con el título de María Auxiliadora. Papa Francisco.
“Confiamos a la intercesión de María Auxiliadora a todos los discípulos del Señor y a todas las personas de buena voluntad que, en este tiempo difícil, en todas partes del mundo trabajan con pasión y empeño por la paz y por el diálogo entre las naciones”, dijo también el Santo Padre.
Asimismo le confió a la Madre de Dios a quienes se empeñan “por el servicio a los pobres, por la custodia de lo creado y por la victoria de la humanidad sobre toda enfermedad del cuerpo, del corazón y del alma”.
"Oh María Tú eres Poderosa Auxiliadora de los pobres, valiente Auxiliadora contra los enemigos de la fe. Auxiliadora de los ejércitos para que defiendan la patria. Auxiliadora de los gobernantes para que nos consigan el bienestar, Auxiliadora del pueblo humilde que necesita de tu ayuda". Sermón de San Germán, Arzobispo de Condtsntinopls, año 733.
49 Ahora yo voy a enviar sobre ustedes lo que mi Padre prometió. Permanezcan, pues, en la ciudad hasta que sean revestidos de la fuerza que viene de arriba.»
50 Jesús los llevó hasta cerca de Betania y, levantando las manos, los bendijo.
51 Y mientras los bendecía, se separó de ellos (y fue llevado al cielo.
52 Ellos se postraron ante él.) Después volvieron llenos de gozo a Jerusalén, [san Lucas 24: 49 -53]
Al situarse junto al Padre, toda la corte celestial entonó un himno glorioso de alabanza, como el que oyó Juan en sus visiones: "Digno es el Cordero, que ha sido degollado, de recibir el poder y la riqueza, la sabiduría y la fuerza, la honra, la gloria y la alabanza" (Ap 5, 12).
Así pues, si habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios.
Aspirad a las cosas de arriba, no a las de la tierra. (Col 3, 1-2)
Oracion
Dios y Padre nuestro, haznos participar del gozo de la Ascensión de tu Hijo Jesucristo. Que la sigamos en la nueva creación, pues su ascensión es nuestra gloria y nuestra esperanza. Te lo pedimos por nuestro Señor Jesucristo.
Amén.
Los 7 dones del Espíritu Santo son: sabiduría, entendimiento, consejo, fortaleza, conocimiento, piedad y el temor de Dios ¿Cómo actúan?
Los dones del Espíritu Santo son 7 y son habilidades y destrezas únicas dadas por el Espíritu Santo a los fieles seguidores de Cristo para servir a Dios para el beneficio común de su pueblo, la Santa Iglesia. Los dones del Espíritu son simplemente el poder de Dios para que los cristianos fieles hagan lo que Él nos ha llamado a hacer.
"Su poder divino nos ha dado todo lo que necesitamos para la vida y la piedad a través de nuestro conocimiento de aquel que nos llamó por su propia gloria y bondad".( 2 Pedro 1,3)
Los dones del Espíritu Santo son parte de "todo lo que necesitamos" para cumplir sus planes para nuestras vidas.
El Catecismo de la Iglesia Católica nos enseña: "Los siete dones del Espíritu Santo son: sabiduría, entendimiento, consejo, fortaleza, conocimiento, piedad y temor del Señor. Pertenecen en su totalidad a Cristo, Hijo de David. Completan y perfeccionan las virtudes de aquellos que los reciben. Hacen a los fieles dóciles en la pronta obediencia a las inspiraciones divinas" (CIC 1831). Píldoras de fe
Estos dones tienen su origen en Isaías 11:1-3:
"Un brote saldrá del tronco de Jesé, y una rama crecerá de sus raíces. El espíritu del Señor se posará sobre él, el espíritu de sabiduría y de entendimiento, el espíritu de consejo y de poder, el espíritu de conocimiento y el temor del Señor. Su deleite estará en el temor del Señor. No juzgará por lo que sus ojos vean, ni decidirá por lo que sus oídos oigan".
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