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FIESTA DE SAN JOAQUIN Y STA. ANA

El padre Luis Roberto Menéndez Bermúdez, OSB  cómo cada domingo en la eucaristía pero en especial este 26 de julio se celebra en la Iglesia Católica la fiesta de los padres de la Santísima Virgen María y abuelos de Jesús, San Joaquín y Santa Ana.



Ambos santos, llamados patronos de los abuelos, fueron personas de profunda fe y confianza en Dios; y los encargados de educar en el camino de la fe a su hija María, alimentando en ella el amor hacia el Creador y preparándola para su misión.











Feliz día de los Abuelos, Dios les bendiga.





Como respuesta a sus plegarias, un ángel se le apareció y le dijo: “Ana, el Señor ha escuchado tu oración: concebirás y darás a luz a una hija santísima, ante cuya presencia todos se arrodillarán y bendecirán porque ella traerá la salvación al mundo; su nombre será María”.


San Joaquín también recibió la visita del ángel en el desierto y regresó a casa.



Tres años después de que naciera la Virgen María, S. Joaquín y Sta. Ana la llevaron al templo a Consagrarla a Dios.


Hasta nuestros días los padres imitamos a la sagrada familia, con la misma entrega a Dios de los abuelos de Jesús y padres de la Virgen


                         


En el 2013, cuando el Papa Francisco se encontraba en Río de Janeiro (Brasil) por la Jornada Mundial de la Juventud Río 2013, y coincidiendo su estadía con esta fecha, destacó que “los santos Joaquín y Ana forman parte de esa larga cadena que ha transmitido la fe y el amor de Dios, en el calor de la familia, hasta María que acogió en su seno al Hijo de Dios y lo dio al mundo, nos los ha dado a nosotros. 

¡Qué precioso es el valor de la familia, como lugar privilegiado para transmitir la fe!”.

[Aciprensa]





Oración a San Joaquín y Santa Ana.
Santos Joaquín y Ana, otórguenos la bendición por su gran fe y amor de padres. Por su respeto y reverencia por lo sagrado de la vida humana, Dios les concedió ser los padres de María, Madre del Señor. A través de su intercesión, le pedimos a Dios que les conceda a los jóvenes de hoy esa misma reverencia por el don de la nueva vida. Que puedan aceptar, apreciar y nutrir la vida desde el momento mismo de la concepción. Concédenos a nosotros como nación, un renovado cariño y aprecio por cada vida humana. Alcáncenme la gracia de orar con fervor, y no poner mi corazón en los bienes pasajeros. Denme un amor vivo y perdurable a Jesús y María. Por el mismo Jesucristo, Nuestro Señor. Amén.









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