"Queridas mamás: como Santa Mónica, no os desaniméis nunca; rezad incansablemente por vuestros hijos".
Una invitación a todas las madres del mundo, a seguir perseverando en la oración a pesar de las numerosas dificultades que surjan en sus vidas y en las de sus hijos. Papa Francisco
"Queridas mamás: como Santa Mónica, no os desaniméis nunca; rezad incansablemente por vuestros hijos".
Una invitación a todas las madres del mundo, a seguir perseverando en la oración a pesar de las numerosas dificultades que surjan en sus vidas y en las de sus hijos. Papa Francisco
Amor – Caridad
“Mi peso es mi amor; él me lleva doquiera soy llevado” (C 13,9,10)
“La raíz se halla profundamente afianzada en tierra; en donde está nuestra raíz, allí está nuestra vida, allí está nuestro amor” (CS 36,s.1 ,3).
“Si se enfría nuestro amor, se entumece nuestra acción” (CS 85,24).
“Oye, pues, de una vez un breve precepto: ama y haz lo que quieras; si callas, clamas, corriges, perdonas; calla, dama, corrige, perdona movido por la caridad. Dentro está la raíz de la caridad; no puede brotar de ella mal alguno” (TCJ 7,8)
“El que se pasa al lado de Cristo, pasa del temor al amor y comienza a poder cumplir con el amor lo que con el temor no podía” (S 32,8).
“Dos amores han dado origen a dos ciudades: el amor de sí mismo hasta el desprecio de Dios, la terrena; y el amor de Dios hasta el desprecio de sí, la celestial…” (CD 14,28).
San Agustín dijo que las lágrimas de su madre frente al Sagrario eran como “la sangre de su corazón destilado en lágrimas en sus ojos”
Santa Mónica es el ejemplo claro del poder de la oración de las madres por los hijos.
“Dios no nos mandaría pedir, si no nos quisiera oír. La oración es una llave que nos abre las puertas del cielo. Cuando veas que tu oración no se apartó de ti, puedes estar seguro que la misericordia tampoco se alejó de ti. Los grandes dones exigen un gran deseo puesto que todo lo que se alcanza con facilidad no se aprecia tanto como lo que se desea durante mucho tiempo. Dios no quiere darte enseguida lo que pides, para que aprendas a desear con gran deseo”. Enseñanza de San Agustín
SANTO DEL MES: SANTA MÓNICA
27 de agosto
“Ve en paz y continúa viviendo así, porque es imposible que perezca el hijo de tantas lágrimas”.
Palabras que le dijeran a Santa Monica porque sufría y lloraba mucho por su hijo. Agustín San Agustín de Hipona , y ella tomó éstas palabras como venidas del Cielo.
Oración a santa Mónica: ¡Ayuda a mi hijo a volver a Cristo! [Aleteia]
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo,
con el peso de mi carga de amor, recurro a ti, querida santa Mónica,
y solicito tu ayuda e intercesión.
Desde tu lugar en el cielo, te imploro que ruegues ante el Trono del Santísimo por el bien de mi hijo/a, [Nombre], que se ha desviado de la fe y de todo lo que tratamos de enseñarle.
Sé, querida Mónica, que nuestros hijos no nos pertenecen, sino a Dios, y que Dios a menudo permite esta deriva como parte del viaje hacia Él.
Tu hijo, Agustín, también se descarrió; terminó por encontrar la fe y, desde su fe, se convirtió en un auténtico maestro.
Así que ayúdame a tener paciencia y a creer que todas las cosas —incluso este decepcionante distanciamiento de la fe— obran en última instancia según el buen propósito de Dios.
Por el bien del alma de mi hijo/a, rezo por entender esto y tener confianza.
Santa Mónica, te ruego me enseñes a ser perseverante en mi fiel oración, como tú misma hiciste por el bien de tu hijo.
Inspírame para comportarme de manera que no aumente la distancia entre mi hijo y Cristo,
sino que solo atraiga a [Nombre] suavemente hacia Su maravillosa luz.
Por favor, muéstrame lo que sabes sobre éste doloroso misterio de separación,
y cómo se reconcilia en la reorientación de nuestros hijos hacia el paraíso.
Oh, santa Mónica, amante de Cristo y de Su Iglesia,
ruega por mí y por mi hijo/a [Nombre], para que ganemos el cielo y nos unamos allí contigo, en eterna alabanza y agradecimiento a Dios.
Amén.
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