Que nuestra liberalidad para con los pobres y demás necesitados de cualquier clase sea en éste tiempo más generosa, a fin de que sean más numerosos los que eleven hacia Dios su acción de gracias, y con nuestros ayunos remediemos el hambre de los indigentes. San León Magno, papa.
Orden De San Benito
CONTINUACIÓN DE:
No podemos aspirar a la felicidad “en solitario”. Jesús es el amigo que nunca olvida, el consuelo siempre presente. Él nos explicó cómo podemos reconciliarnos con Dios y llenar nuestra vida de alegría. Con Él podemos encontrar la auténtica felicidad.
Ligado al tema de la felicidad, siempre está el concepto del sufrimiento. Jesús, es bueno recordarlo, era verdaderamente Dios y verdaderamente hombre. Nuestro Señor Jesucristo conoció el hambre, la sed, el cansancio. A Dios no le es ajeno nuestro sufrimiento. Sin embargo no olvidemos que para los católicos, el sufrimiento y la prueba tienen un sentido.
Cada vez que experimentamos contradicciones, tristezas, traiciones, son momentos de gran valor en nuestras vidas en los que podemos recordar a Simón de Cirene, que le ayudó a Jesús con el peso de la cruz. Cuando experimentamos penas y dolor o enfermedad, tenemos la oportunidad de convertirnos en Cirineos que ayudan a Jesús con la cruz. Valores Católicos
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