Los mandatos o leyes, ¿cómo interpretarlos?
Leer la Biblia y comprenderla no es tan sencillo como leer una novela. En primer lugar porque es una colección de libros, de distintos autores (inspirados por el Espíritu de Dios), en distintas épocas, en distintos estilos literarios. Es un texto para estudiar, meditar e interpretar.
Cuando nos encontramos con un mandato o una ley dentro de la Biblia, solemos interpretarla literalmente. Y efectivamente hay muchas que podemos interpretar literalmente, como los 10 Mandamientos.
O como el mandamiento que nos dio el mismo Jesús: «Amarás a Dios sobre todas las cosas y a tu prójimo como a ti mismo». Y aún así, con esta sencillez aparente hay un mundo por detrás para interpretar lo que verdaderamente significa.
Creo que en esto de entender las leyes es donde más complicaciones encontramos. Una consideración importante es que en principio no comparemos las leyes antiguas con las leyes modernas.
Antes de hacer el ejercicio de viajar en el tiempo, hay que compararlas con las leyes de los pueblos vecinos al pueblo de Israel, es decir, mirar a las culturas contemporáneas de la época del relato en mención.
Y luego tratar de hacer el ejercicio, a la luz de la fe en nuestros tiempos y la figura de Jesús, de interpretar el principio para nuestros días. Interpretar, más no acomodar.
Luego, otro paso que necesitamos hacer es el de discernir el principio central de sabiduría o justicia que podría encontrarse debajo de cada ley que estamos leyendo.
Debajo de cada ley (no solo las de la ley De Dios) hay principios centrales que hay que descubrir. Por ejemplo, miremos el código de Hamurabi (uno de los conjuntos de leyes más antiguo que conoce el hombre), podemos ver que su principio central era el de fomentar el bienestar entre la gente, entre otros.
Así también, las leyes que vamos a ir encontrando en la Biblia nos van a ir hablando de un principio central y que irá desembocando en el gran principio: Amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a uno mismo.
VERSÍCULOS COMPLETOS
Estamos en modo apologética, así que luego de dejar ésto dicho, pasemos a ver cada uno de los versículos que este video nos ha traído y que nos pueden haber confundido o incluso escandalizado. Veamos:
1. «Toda mujer que tiene la cabeza descubierta mientras ora, es una deshonra»
Citamos el versículo completo y correcto completo:
«Y toda mujer que reza o profetiza con la cabeza descubierta deshonra su cabeza, pues es lo mismo que se rapara» (1 Cor, 11:5).
Este versículo lo encontramos en la Primera epístola a los Corintios, libro del Nuevo Testamento escrita por san Pablo a la comunidad cristiana de Corinto.
Ésta parte pertenece al punto en el que Pablo explica las formas de celebrar la Eucaristía en ése tiempo.
Entendamos que es la iglesia en sus comienzos. Necesitamos contemplar la cultura, los ritos que solían llevar e incluso el rol de la mujer en aquella época.
Básicamente lo único que dice este versículo, es que para ingresar a la liturgia, las mujeres necesitaban llevar un velo colocado en la cabeza. Nuevamente considerar el tiempo y las leyes de la época.
2. «Se puede cometer incesto y casarse con su hija, siempre y cuando se pase de cierta edad, sea virgen y no se haya casado»
Esta es una traducción frecuentemente compartida y es errada. La traducción correcta y que podrás encontrar en distintas biblias católicas e incluso protestantes será:
«Si alguien considera que no se comporta honestamente con su virgen, y es conveniente que se case, ponga por obra su deseo; no peca: que se casen» (1 Cor, 7:36, 38).
En algunas biblias adventistas aparece esta traducción también:
«Pero si alguno piensa que es impropio para su hija virgen que pase ya de edad, y es necesario que así sea, haga lo que quiera, no peca; que se case».
Nuevamente es un versículo de la Primera carta a los Corintios en el que Pablo explica el tema de la virginidad y el matrimonio.
La interpretación acepta que éste versículo podría estar refiriéndose a los novios y la preferencia de apresurar el matrimonio antes de caer en pecado.
La segunda interpretación es la potestad del padre de decidir o fomentar el matrimonio de la hija. Casi todas las interpretaciones de este versículo en la iglesia hablan de la primera interpretación.
3. «Si tiene un hijo rebelde debe sacarlo a la calle para que la comunidad lo mate apedreado»
Los versículos completos sobre este tema son los siguientes:
«Si un hombre tuviera un hijo rebelde e incorregible, que no escucha la voz de su padre ni de su madre, y, aunque le corrigen, no les hace caso, su madre y si madre lo tomarán y lo conducirán a los ancianos de su ciudad, a la puerta del lugar.
Entonces declararán ante ellos: «Este hijo nuestro rebelde e incorregible no escucha nuestra voz: es un comilón y bebedor».
Entonces, todos los hombres de la ciudad lo lapidarán hasta que muera. Así quedarás el mal de en medio de ti todo Israel lo oirá y temerá» (Deuteronomio 21, 18:21).
Deuteronomio es el libro en el que encontramos a Moisés explicando las leyes del segundo pacto con Dios a los Israelitas antes de entrar a la tierra prometida.
Necesitamos considerar para empezar a interpretar estas leyes, las leyes de los pueblos vecinos y el tiempo en el que se vivía.
Y leer bien, tomar en cuenta cada palabra para entrever el sentido de esta ley. Miremos, por ejemplo, que dice «incorregible», es decir, que ya se han agotado todos los medios y no se puede hacer ya nada más al respecto.
Si quisiéramos hacer un intento de ver una ley similar en nuestros días sería como si hoy supieras que tu hijo es un asesino incorregible y necesitas entregarlo a la ley.
Difícil, ¡dificilísimo! Pero, ¿qué otra cosa podrías hacer? Esta sola ley da para hacer una reflexión ético moral al respecto.
4. «Si un hombre se acuesta con otro, se condenará a muerte a los dos»
Nuevamente citemos el versículo completo:
«Si uno yace con varón como se yace con mujer, ambos cometen abominación, morirán sin remedio: caiga su sangre sobre ellos» (Levítico 20:13).
Levítico, es el tercer libro de la Biblia. Si nos ubicamos en la historia del pueblo de Dios veremos que luego de la liberación (de los egipcios) del pueblo de Israel y aún siendo liberado por el mismo Dios, el pueblo de Israel lo niega y rompe su pacto, una vez más.
Levítico es un libro que habla de una manera detallada sobre la pureza, la santidad necesaria para poder entrar al tabernáculo y poder estar en presencia de Dios.
Un Dios que a pesar de haber sido rechazado una y otra vez, no abandona. Se queda con ellos a pesar de su desobediencia. Consideremos nuevamente la ley a la que se refiere (pureza), el principio central (santidad de Dios) y la época.
Ahora volvamos a lo que dice el versículo. Es un versículo del Antiguo Testamento que habla de la pureza sobre todo del cuerpo.
Si quisiéramos traer esta ley a nuestros días, cosa que podemos encontrar en el Catecismo de la Iglesia Católica, veremos que se habla del acto pero no de las personas, y por supuesto la muerte no está ni siquiera en mención.
El Catecismo nos habla de la pureza sexual haciendo uso de la virtud de la castidad, que es el recto uso de nuestra sexualidad.
Para los solteros, indistintamente de la orientación sexual, la abstinencia es lo que los mandatos de la Iglesia recomienda.
La muerte no es el destino final, en primer lugar porque primero tiene que haber conciencia de pecado, y segundo porque siempre está la hermosa posibilidad del sacramento de la reconciliación.
Finalmente Dios detesta el pecado pero ama al pecador. Aquí hay mucho más que hablar, pero ya bastante me estoy extendiendo para explicar el sentido de este versículo que en el video es sacado de contexto.
5. «Un hijo maleducado es una vergüenza para su padre y si es una hija, les causará la ruina»
El versículo completo es:
«Vergüenza es ser padre de hijo malcriado, pero si es de una hija, es su propia ruina» (Eclasiástico 21:3).
Nuevamente nos encontramos con un libro del Antiguo Testamento, consideremos el contexto de la época y el lugar que la mujer ocupaba en la sociedad en ese entonces.
Podríamos también inferir que el honor de una mujer era considerado superior al de un varón, de lo contrario no se hablaría de ruina.
Hasta aquí va un post inusualmente largo, que ha tenido la intención de enseñar a penas un pequeño fragmento de lo útil y necesaria que es la formación en nuestra fe: la apologética.
Cuéntanos qué te ha parecido. ¿Te sentirías preparado para responder a estas preguntas hoy?, ¿cuál crees que es el mayor reto de nuestros días cuando hablamos de apologética?
Nosotros, recogiendo la preocupación de muchos frente a este tema queremos brindarte un recurso estrella sobre apologética:
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Extraído de Catholic Link
Catequesis
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