A propósito del 4 de enero de 1964 cuando el Papa Pablo VI visita Jerusalén, donde se entrevista con Atenágoras (Patriarca de Constantinopla y jefe de la Iglesia ortodoxa griega)👇⛪
Un abrazo entre hermanos después de siglos de distanciamiento
Por ✍P. Ariel Suárez Jáuregui
La Iglesia católica se encontraba llevando a cabo el Concilio Vaticano II y en la solemne clausura de la segunda sesión, el Papa San Pablo VI anunció un viaje apostólico a Tierra Santa del 4 al 6 de enero de 1964.
El primer viaje de un Sucesor de Pedro a la tierra de Jesús tuvo varios hitos importantes, pero para el movimiento hacia la unidad de los cristianos, ninguno más significativo que el encuentro entre el Papa y el Patriarca de Constantinopla, Atenágoras. Lo hicieron en el Monte de los Olivos. Un abrazo y una oración común en latín y en griego fueron el primer paso hacia la declaración del año siguiente en la cual la Iglesia católica y la Iglesia ortodoxa griega revocaron la excomunión recíproca que databa del 1054.
Con ése gesto que no había tenido precedentes, el Obispo de Roma y el Patriarca de Constantinopla se estaban reconociendo hermanos y abrían, para las respectivas comunidades cristianas que ellos lideraban, un camino de reconciliación y de fraterna colaboración en la oración, la caridad y los estudios teológicos que deberían favorecer un mejor entendimiento y la comprensión de las doctrinas, tradiciones y vivencias de ambas Iglesias.
Mucho se ha avanzado en ése itinerario ecuménico, que quiere ser una respuesta de los cristianos ante el impulso del Espíritu Santo, que nos pide superar el escándalo de la desunión entre los discípulos de Cristo, máxime cuando el Señor ha condicionado la credibilidad del Evangelio al testimonio de la comunión entre los suyos. "Padre, que todos sean uno...para que el mundo crea que Tú me has enviado ". (Jn 17,21)
El actual Obispo de Roma, Papa Francisco, quiso realizar su primer viaje apostólico a Tierra Santa en el 2014, justo para conmemorar los 50 años de aquel memorable encuentro. Allí se encontró con el Patriarca Bartolomé y luego protagoniza el recordado " abrazo de las tres religiones " junto con sus amigos argentinos, el rabino Abraham Shorka y el musulmán Ombar Abbondi, frente al Muro de Los Lamentos. En ése lugar el Santo Padre depositó un papel con el Padrenuestro escrito en español.
Fue un discurso bello, honesto, humildes. Se notaba que era fruto del discernimiento orante. Concluyó así: " y cuando la desunión nos haga pesimistas, poco animosos, desconfiados, vayamos todos bajo el manto de la Santa Madre de Dios. Cuando en el alma cristiana hay turbulencias espirituales, solamente bajo el manto de la Santa Madre de Dios encontramos paz. Que Ella nos ayude en éste camino. "
El 25 de mayo de 2014, tuvo lugar en la Basílica del Santo Sepulcro, la celebración ecuménica con ocasión del encuentro entre el Papa San Pablo VI y el Patriarca Atenágoras. Los sucesores de aquellos hombres audaces e inspirados, se dieron cita como peregrinos y como hermanos. Papa Francisco allí expresó: " cincuenta años después del abrazo de aquellos dos venerables padres, hemos de reconocer con gratitud y renovado estupor que ha sido posible, por impulso del Espíritu Santo, dar pasos realmente importantes hacia la unidad. ( ...) todavía queda camino por delante para alcanzar aquella plenitud de comunión que pueda expresarse también compartiendo la misma Mesa eucarística, como ciertamente deseamos; pero las divergencias no deben intimidarnos ni paralizar nuestro camino."
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