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📒 Diario desde Kiev - Dia 4 | Un sorpresivo misil a unos 35-40 Km de la casa, rompe la tranquilidad de la noche. La generosidad de la gente trae esperanzas a los ucranianos.
Video cortesia de St Rita Radio
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Marzo 1, 2022
Un padre salva a su hijo de la guerra: “Dame el fusil a mí”
José Antonio tomó a su mujer y a su hijo y buscaron cómo abandonar Ucrania de la forma más rápida posible. Un guardia descubrió que el hijo acababa de cumplir 18 años. Estaba llamado a filas.
Ley marcial. Ucrania ha decretado una ley marcial, por la que todos los hombres entre 18 y 60 años tienen prohibido abandonar el país para alistarse en el ejército que debe combatir a las tropas rusas que tratan de invadir el país. Su hijo cumplió los 18 hace solo unos días. Él era consciente de que llegar a Polonia sin que fuera descubierto iba a ser una misión complicada.
Controles paramilitares
Lo primero, fue conseguir que su familia entrase en el convoy de la delegación española, escoltados por los GEO de la policía española. El segundo escollo eran los “puntos calientes”, es decir, los controles de los grupos paramilitares. “«Cada tres o cuatro kilómetros intervenían los vehículos privados para sacar a la fuerza a los niños que hubieran cumplido los 18 años para incorporarlos a filas y luchar en la resistencia”. Tuvieron suerte.
El momento clave: la frontera
Lo primero, fue conseguir que su familia entrase en el convoy de la delegación española, escoltados por los GEO de la policía española. El segundo escollo eran los “puntos calientes”, es decir, los controles de los grupos paramilitares. “«Cada tres o cuatro kilómetros intervenían los vehículos privados para sacar a la fuerza a los niños que hubieran cumplido los 18 años para incorporarlos a filas y luchar en la resistencia”. Tuvieron suerte.
Cambiarse por su hijo
En ése momento, su preocupación era poner a salvo a su familia. Instintivamente actuó, decidió sacrificarse por su familia, por su hijo, para posiblemente salvarle la vida. “Yo le dije que si lo que necesitaba era alguien para luchar, que me diera el fusil a mí y que a mi hijo le dejase marchar. Gracias a la mediación de la embajada y a que ése hombre tendría algo de corazoncillo nos dijo que subiéramos al autobús y que saliéramos ya”. José Antonio está eternamente agradecido a ése agente que “se portó maravillosamente bien”.
Impactado por lo visto en la frontera
Ya están en España, llegaron ayer al aeropuerto de Madrid-Barajas. Pero el recuerdo de lo que han visto en la frontera les pesa en el alma. «En la frontera se han quedado muchísimos niños. Más de 400 niños a las tres de la madrugada, cuando estábamos pasando, se encontraban ahí como un pequeño rebaño. Pero no son niños como los que estamos acostumbrados a ver sufrir en televisión, eran críos rubios con los ojos azules. Están todavía ahí, bloqueados, y no sé qué va a ser de ellos mientras intentan llegar a Polonia».
Atrás ha dejado la guerra, pero el recuerdo de lo que ha vivido no se le borrará nunca: «Lo que se puede vivir con el ruido de las sirenas, con los bombardeos, con no saber si te va a caer encima… es impresionante. En España podríamos verlos llegar pero allí no. Allí hay una masa de nubes y cuando escuchas las sirenas ya no sabes si te van a caer a ti o no porque las bombas se ven en el último segundo».
La hermana Justine Holubert, genetista y psicóloga, en el Centro de Genética Médica de Lviv, Instituto de Patología Hereditaria, Nacional. Academia Ucraniana de Ciencias Médicas, Presidente del Hospicio Perinatal de la Imprenta de la Vida, y mi amiga y colega en la Academia Pontificia de la Vida. Ella me envió ésta foto ésta noche, desde Lviv, donde vive y trabaja con bebés que tienen enfermedades muy graves en fase terminal. Fundó el primer y único hospicio para cuidados paliativos y terminales de estos recién nacidos en Ucrania.
Para aquellos que quieran saber más, publiqué las fotos de un artículo detallado en el que explica lo que hace como genetista y también como directora del hospicio. Ella está aquí esta noche llenando de amor los últimos días de niños pequeños como el que sostiene en sus brazos, durante la guerra. Sólo se puede rezar y cumplir con el deber, me dijo. Sí a la vida. Sor Justine es una de las heroínas de mi vida. ❤️
¡Ucrania no es sólo el self-service de madres de alquiler!
Extraído de Aleteia
*Imágenes capturas de cámar📷
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