Confesión Catecismo
El Señor no va a tolerar a nadie que no perdone
Plena indulgencia para los feligreses que asistieron con las siguientes condiciones:
• Orar por el Papa
• Ir a Confesión en un periodo de 20 días
• Hacer el verdadero propósito de NO pecar más
"La curación de la mujer con flujo de sangre"
San Marcos 5, 21-4
Cuando Jesús regresó en la barca a la otra orilla, una gran multitud se reunió a su alrededor, y él se quedó junto al mar. Entonces llegó uno de los jefes de la sinagoga, llamado Jairo, y al verlo, se arrojó a sus pies, rogándole con insistencia: "Mi hijita se está muriendo; ven a imponerle las manos, para que se cure y viva". Jesús fue con él y lo seguía una gran multitud que lo apretaba por todos lados. Se encontraba allí una mujer que desde hacía doce años padecía de hemorragias. Había sufrido mucho en manos de numerosos médicos y gastado todos sus bienes sin resultado; al contrario, cada vez estaba peor. Como había oído hablar de Jesús, se le acercó por detrás, entre la multitud, y tocó su manto, porque pensaba: "Con sólo tocar su manto quedaré curada". Inmediatamente cesó la hemorragia, y ella sintió en su cuerpo que estaba curada de su mal. Jesús se dió cuenta en seguida de la fuerza que había salido de él, se dió vuelta y, dirigiéndose a la multitud, preguntó: "¿Quién tocó mi manto?".
Sus discípulos le dijeron: "¿Ves que la gente te aprieta por todas partes y preguntas quién te ha tocado?". Pero él seguía mirando a su alrededor, para ver quién había sido. Entonces la mujer, muy asustada y temblando, porque sabía bien lo que le había ocurrido, fue a arrojarse a sus pies y le confesó toda la verdad. Jesús le dijo: "Hija, tu fe te ha salvado. Vete en paz, y queda curada de tu enfermedad". Todavía estaba hablando, cuando llegaron unas personas de la casa del jefe de la sinagoga y le dijeron: "Tu hija ya murió; ¿para qué vas a seguir molestando al Maestro?". Pero Jesús, sin tener en cuenta ésas palabras, dijo al jefe de la sinagoga: "No temas, basta que creas". Y sin permitir que nadie lo acompañara, excepto Pedro, Santiago y Juan, el hermano de Santiago, fue a casa del jefe de la sinagoga. Allí vió un gran alboroto, y gente que lloraba y gritaba. Al entrar, les dijo: "¿Por qué se alborotan y lloran? La niña no está muerta, sino que duerme". Y se burlaban de él. Pero Jesús hizo salir a todos, y tomando consigo al padre y a la madre de la niña, y a los que venían con él, entró donde ella estaba. La tomó de la mano y le dijo: "Talitá kum", que significa: "¡Niña, yo te lo ordeno, levántate". En seguida la niña, que ya tenía doce años, se levantó y comenzó a caminar. Ellos, entonces, se llenaron de asombro, y él les mandó insistentemente que nadie se enterara de lo sucedido. Después dijo que le dieran de comer. Extraído de Aciprensa
Traducción breve de lo expresado por
Fr. Carlos Martins
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Tres clases de reliquias
Cuáles son las reliquias que se veneran?
Explicación de la parte de atrás de la reliquia
Por qué dividen los cuerpos?
Los incorruptibles santos
La santa dormida de Nevere
A pesar de la humedad, santa Bernardita no se descompuso. Sin embargo, de su cuerpo emanaba el olor a rosas..
Del hígado - sangre fresca
Salmo 16
2 Guárdame, oh Dios, pues me refugio en ti. Yo le he dicho: "Tú eres mi Señor, no hay dicha para mí fuera de ti. -Salmo 16
Velo de nuestra señora
La Verdadera Cruz de nuestro Señor
15 segundos frente a la Verdadera Cruz
Santa Elena y las 3 Cruces
Santa María Goretti
Se ofreció por todos los pecadores
Trata de perdonar en imitación a María
Dejar éste mundo sin santidad
Hay un santo que te dirá yo quiero ser tu amigo
Finalmente el sacerdote invocó al Espíritu Santo.
Anécdotas OSB
Antes de ir al Auditorio, lo que sugerí fue que lo mejor sería acercarnos a la reliquia de la Verdadera Cruz (Vera Cruz) ya que sólo concedían detenerse 15 segundos frente a la reliquia más importante.
Entramos y preguntamos a uno de los sacerdotes que dónde estaba la Verdadera Cruz y al momento una señora muy amable nos guió al lugar. El Señor obrando, sí sentí interiormente que mis piernas se estremecieron hasta que estuve al frente de la cruz de Jesús que se me normalizaron.
Ya se podrán imaginar que no hiciera la Santísima Trinidad en el numeroso grupo que asistió.
Antes de ir al Auditorio, lo que sugerí fue que lo mejor era acercarnos a la reliquia de la Verdadera Cruz (Vera Cruz),
Noche inolvidable la Exposición de los Tesoros de la Iglesia, en el espíritu del Señor que se movió delante del hombre, está sobre mí.
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