Preparación de los dones
73. Al comienzo de la liturgia eucarística se llevan al altar los dones que se convertirán en el Cuerpo y la Sangre de Cristo.
En primer lugar se prepara el altar o la mesa del Señor, que es el centro de toda la liturgia eucarística, de la siguiente manera[70]: sobre él se colocan el corporal, el purificador, el misal y el cáliz, que puede también dejarse preparado en la credencia.
Se traen a continuación las ofrendas: es de alabar que el pan y el vino lo presenten los mismos fieles. El sacerdote o el diácono los recibirá en un lugar oportuno y los llevará al altar. Aunque los fieles no traigan pan y vino suyo, como se hacía antiguamente, con este destino litúrgico, el rito de presentarlos conserva igualmente su sentido y significado espiritual. Extraído de USCCB
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