Buenas noches
En ésta celebración de la santa misa, estamos recordando a todos ésos seres queridos, familiares, amigos, vecinos que hay muchas veces son más que familiares y teniendo en cuenta que nuestra vida depende del todo en Dios.
En la primera Lectura del libro del profeta Daniel, nos damos cuenta el poder de resucitar a los muertos incluso los que mueren en el polvo, despertaran.
El gran renacer ya que sin la muerte fuera el final de todo entonces nuestra existencia no tendría sentido, pero el paso a la otra vida de ésta vida dolorosa, y apasionante de la humanidad, se abre un camino hacia la liberación, hacia la resurrección. Nos espera un Padre, capaz de resucitar lo muerto. Nuestro futuro es una fraternidad feliz y en paz.
La muerte del cuerpo es el ofrecimiento de toda la vida entera, así de un sólo golpe al creador de todo, al Padre, quien con la promesa que tenemos del Hijo por la fuerza del Espíritu Santo Resucitaremos el ultimo día.
Cristo Murió y resucitó, para indicar que nosotros los creyentes, los que creemos que Jesús es el camino, la verdad y la vida, también nosotros pasando por la muerte, estamos llamados a la vida.
En la segunda lectura nos da a conocer el apóstol Pablo a los Corintios que Dios nos tiene preparadas una morada en el cielo, una morada eterna, que gran consuelo contar con un padre lleno de ternura que se preocupa por cada uno de nosotros.
En el momento de la muerte, ése momento que tanto algunos le temen, éste momento solemne se cumplirá lo que dice en las escrituras: los que confiemos en el Señor conocerán la verdad (quién es la verdad? JESÚS), y los fieles permanecerán con Él en el amor.
En el Evangelio según san Juan, Jesús nos vuelve a recalcar lo de la primera lectura del Profeta Daniel cuando dice que si el grano de trigo sembrado en la tierra no muere, queda infecundo. El que se ama a sí mismo se perderá, y el que se aborrece en éste mundo se asegura para la vida eterna.
Jesús es bien claro, ahí veces que nos tenemos que olvidar de nosotros mismos al mismo nivel de una madre, las madres a la vez que tienen hijos ya no viven para sí, es todo alrededor de sus hijos y hacen todo lo posible porque vistan, y vistan bien, coman y estén sanos.
Pues éste es el sacrificio que Jesús nos pide para asegurarnos la vida eterna.
Todos éstos seres queridos que han creído en Cristo, que han llevado una vida santa, que han hecho obras de caridad para borrar sus pecados, confiamos en lo que el Señor Jesús dijo: el que cree en mí no morirá para siempre; y todo el que vive y cree en mí, aunque haya muerto, vivirá.
El mundo es un salón de espera, para cuando nos llamen, escuchemos: Venid benditos de mi Padre.
Hoy es el día en que debemos preguntarnos: estamos viviendo lo que digo en el credo? Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo venidero?
Y cómo es ésa espera, rezo?, Hago obras de misericordia?, cultivo la esperanza sin quejarme?, o sigo pendiente de las cosas superfluas de éste mundo.
Esperemos que el Señor nos juzgue como a justos y seamos acariciados con las palabras de bienvenida por los hechos de bien y misericordia que hicimos para con los demás.
Alabado sea Jesucristo
ordendesanbenito.org/donations
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