MARÍA MADRE DE DIOS
¿Por qué celebramos la solemnidad de María, Madre de Dios?
Apenas después de celebrar la Navidad, la Iglesia concluye la octava de Navidad honrando a María bajo su mayor título, Madre de Dios. Sobre el hecho de su Maternidad divina dependen todas las dignidades y prerrogativas que tiene.
El Catecismo de la Iglesia Católica, en su párrafo 509, nos enseña: “María es verdaderamente ‘Madre de Dios’ porque es la madre del Hijo eterno de Dios hecho hombre, que es Dios mismo”.
La solemnidad de María, Madre de Dios, es día de precepto y se celebra cada 1° de enero en su honor.
¿Por qué se dice que María es Madre de Dios?
El Catecismo de la Iglesia Católica, en su número 495, nos enseña:
Llamada en los Evangelios "la Madre de Jesús", María es aclamada bajo el impulso del Espíritu como "la madre de mi Señor" desde antes del nacimiento de su hijo. En efecto, aquél que ella concibió como hombre, por obra del Espíritu Santo, y que se ha hecho verdaderamente su Hijo según la carne, no es otro que el Hijo eterno del Padre, la segunda persona de la Santísima Trinidad. La Iglesia confiesa que María es verdaderamente Madre de Dios [Theotokos].
Los Evangelios nos enseñan que Aquel a quien llamamos Jesucristo es verdadero Dios y verdadero hombre (Jn 1,14). San Juan nos dice que “la Palabra se hizo carne y puso su Morada entre nosotros” (Jn 1,14) y lo mismo con la Iglesia. San Ignacio de Antioquía, camino de su martirio en Roma en el año 107, insistía a los efesios:
“Porque nuestro Dios, Jesucristo, ha sido llevado en el seno de María, según la economía divina, nacido ‘del linaje de David’ y del Espíritu Santo. (Carta de San Ignacio de Antioquía a los efesios, 18)
Extraído de EWTN
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