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UNA TUMBA VACÍA Y UNA RESURRECCIÓN CORPORAL


Una tumba vacía y una resurrección corporal: ¿por qué es tan importante?


Vivimos en una época donde la teología católica en vez de avanzar parece retroceder. Incluso en altos círculos académicos y teológicos puede ser motivo de vergüenza creer que Cristo hizo milagros o resucitó realmente, dejando relegada a los “indoctos” la fe en un Cristo vivo y resucitado.


La causa raíz en mi opinión es que si no se tiene fe no se puede (literalmente) creer que Cristo resucitó de entre los muertos. Los muchos estudios no pueden remediar eso. Ya lo ha dicho el Señor: “Yo te bendigo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a sabios e inteligentes, y se las has revelado a pequeños. Sí, Padre, pues tal ha sido tu beneplácito” (Lucas 10,21)


Hoy, con ocasión del domingo de resurrección, quiero compartir mi traducción de una reflexión de este tema de Mark Pattison publicada en CNS, donde resume varias reflexiones muy interesantes sobre la realidad de la Resurrección.


¿Por qué importa que la tumba vacía?

Los católicos y otros cristianos hemos crecido creyendo en la Resurrección, a pesar de que los Apóstoles mismos estuvieron entre los primeros que se mostraron escépticos de que Jesús realmente resucitara de entre los muertos.


No lo creyeron al principio cuando les dijeron las mujeres que habían venido a ungir el cuerpo de Jesús crucificado, sino que encontraron una tumba vacía.


Para ser justos, se puede decir que aquellos hombres no creían a las mujeres, pero ¿quién podría creer esa historia?, seamos justos, tendrían que verlo por sí mismos.


Creo que cualquiera querría verlo por sí mismo, creemos en lo que vemos, creemos en nuestros sentidos, y es natural que si alguien dice que el Señor está vivo y sabías que estaba muerto, dirías: “Muéstramelo”.  


Los discípulos, aun después de todas las enseñanzas que recibieron de Jesús y de todas las indicaciones sobre su muerte y resurrección, parecen no haber esperado que él realmente resucitara. Cayeron automáticamente en el escepticismo. Tenemos a Pedro y Juan corriendo a la tumba vacía, para comprobar que realmente estaba vacía Para los creyentes, el significado de la tumba vacía es que cuando los cristianos hablaban de la Resurrección, ellos no estaban simplemente afirmando que el alma de Jesús fue al cielo, o que Jesús vive en nuestro corazón (como ha sugerido más de un “teólogo”). Están diciendo que algo le ocurrió realmente al cadáver de Jesús, a su cuerpo, y esto es parte esencial de la historia de la Resurrección.


No habría tenido sentido hablar de la resurrección como un simple concepto de la vida después de la muerte aludiendo a la inmortalidad del alma de Jesús, porque podrían haber dicho eso acerca de cualquiera en el Antiguo Testamento. Eso es lo que hace que la Resurrección no sea sólo diferente, sino única.


La tumba vacía es una condición necesaria para la Resurrección, pero no es suficiente. El otro elemento es la aparición de Jesús a los Apóstoles. Necesitaban ver en la carne que estaba vivo otra vez, en su propio cuerpo, pero en un estado transformado y glorificado, tal como se relata en el capítulo 24 del Evangelio de San Lucas en el que los Apóstoles inicialmente piensan que han visto un espíritu. Pero Jesús les dice: “Miren mis manos y mis pies”, que habían sido traspasados ​​con clavos cuando fue crucificado, “porque un espíritu no tiene carne ni huesos, sino que yo tengo”.


Aunque los Apóstoles - aun dudando de Tomás - llegaron a creer, no fue fácil convencer a otros. Una de las cosas que los escépticos dirán es que los Apóstoles eran simples pescadores, creían cualquier cosa, por su simplicidad.


El caso es válido también para las mujeres que encontraron la tumba vacía. En el primer siglo dC, el testimonio de las mujeres en un tribunal no se consideraba fiable. Lo que muchos querrían es que el sumo sacerdote encontrara la tumba vacía.  Pero si algo está en los Evangelios, está ahí por una razón, y si se avergüenzan de que las mujeres fueran las primeras en encontrar la tumba, podrían haberlo omitido fácilmente.


Los Apóstoles al principio se encontraron con la oposición, la burla y hasta la duda por parte de los discípulos. A pesar de que el cristianismo se extendió por todo el Imperio Romano, la Resurrección fue una de las piedras de tropiezo. San Pablo predicando acerca de Cristo en Atenas tenía una buena audiencia entre los griegos hasta que él dijo que Cristo resucitó de entre los muertos. Se burlaron de él, pues lo consideraban imposible. Incluso la gente de la antigüedad sabía que los muertos permanecían muertos.


La cultura popular ahora sostiene muchas figuras de Cristo. Si observas las películas de superhéroes, usan liberalmente los temas cristianos, la muerte y la resurrección, estos temas recurren, pero también usan temas de la mitología griega y romana, la mitología nórdica, como si tuvieran un valor cultural similar. Tratan la historia de la pasión y la resurrección de Cristo como un mito más.


La verdadera diferencia entre Jesús y los “superhéroes", es que la resurrección de Cristo no es algo que ocurrió antes del tiempo en el monte Olimpo, sino que Dios entró en el tiempo.


El refrán de que “no se puede tener el Domingo de Pascua sin Viernes Santo” es cierto hasta donde cabe, pero sería igual de válido usar una pequeña tumba

vacía de oro alrededor del cuello, de la misma manera cómo los Protestantes tienden Llevar una cruz en vez de un crucifijo porque saben que Jesús no se quedó en la cruz, ambos tienen un perfecto sentido teológico.


Sin Domingo de Pascua el Viernes Santo sería sólo una muerte trágica más de un hombre judío aplastado por el Imperio Romano. El domingo de Pascua es la vindicación de lo que sucedió el Viernes Santo, la Expiación de la muerte del hijo de Dios por el mundo entero.


Como dice San Pablo: “Y si no resucitó Cristo, vacía es nuestra predicación, vacía también vuestra fe.” (1 Corintios 15,14)


Los primeros cristianos tenían muy claro que “inventarse” una resurrección les llevaría a ser “convictos de falsos testigos de Dios porque hemos atestiguado contra Dios que resucitó a Cristo” (1 Corintios 15,15). 

Extraído de infocatólica


ordendesanbenito.org/donations


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