Sobre éste artículo de hoy puedo decirles que en tiempos o momentos de sufrimiento se puede sentir la presencia del Señor en una conversación o un consejo dado por nuestros familiares, amistades, herman@os, siendo ellos instrumentos vivos de Dios.
Such a mind seems like we are unprotected but it is not like that, someone is out there to take care of what others are indifferent to. Glory to the Lord for these who, without knowing you, help you! Thanks Celine.
Tal mente parece que estamos desprotegidos pero no es así, alguien está allá afuera para encargarse de lo que a otros les es indiferente. Gloria al Señor por éstos que sin conocerte te ayudan!.
Los desvelos de una madre angustiada se hacen eco y nuestra madre del cielo intercediendo, nos rodea la Paz: Dios cercano a nosotros.
-Orden de San Benito Hialeah
¿Estás sufriendo? Así la Virgen ayudó a ésta persona y puede ayudarte a ti
Cinco acciones que puedes hacer para atravesar un momento de sufrimiento
1. Ora y muévete
En medio de una terrible situación debido a un diagnóstico sobre una malformación de su bebé aún en el vientre, esta mujer recibió un gran consejo de su esposo: “ora y muévete. Mi esposo me decía esto y, sinceramente, funcionó”.
“Diría una oración: ‘Puedes hacer todas las cosas …’ y me pongo en movimiento. Hacer un proyecto. Lava la ropa. Limpiar un armario. Reza y muévete.
2. Un día a la vez
“El futuro tenía demasiado miedo para mí, así que me exigí mantenerme en el presente. Dios solo me está dando gracia para hoy, y Él está conmigo ahora, no en el pasado ni en el futuro. ‘Danos, hoy, nuestro pan de cada día …’ se convirtió en un ejercicio: El Señor nos dará todo lo que necesitamos para pasar hoy, y yo intentaré hacerlo bien. Un día a la vez”.
3. Practica la rendición
“Digo ‘práctica’ porque es más fácil decirlo que hacerlo, y tuve que practicar diciendo: ‘Jesús, confío en ti'”, comparte la autora. “Y finalmente las palabras se sintieron cada vez más verdaderas, y hubo paz y autenticidad, incluso una alegría que vino de esta pequeña ofrenda de sufrimiento que podía devolver a Dios”.
Le entregó el corazón a “Dios y Él lo santificó”.
4. La pregunta no es “¿Por qué?” sino “¿qué…?”
“Podemos ahogarnos en los porqués y nunca obtener las respuestas que buscamos -comenta- Mirando a nuestro gran Dios, ¿cómo podemos exigir conocer el funcionamiento de su Voluntad o comprender su gran providencia?”
¿Y entonces qué hacer? “Pregúntale ‘¿Qué?’ Señor, ¿qué quieres de mí en este momento? Entonces, lo interior se vuelve hacia fuera y la desesperación se convierte en amor”.
5. Acude a Nuestra Señora de los Dolores
“Cuando mi esposo y yo discutimos sobre comenzar una devoción diaria a Nuestra Señora de los Dolores, nos preguntamos si estaríamos amontonando dolor sobre dolor, y soltamos una risa a medias y un ‘¡Aquí va nada!”.
Pero fue lo mejor que pudieron haber hecho. Así lo reconoce la autora: “Unas semanas después, ambos nos maravillamos de la paz que sentíamos cada uno, de que Nuestra Señora había levantado la tristeza de nuestros corazones.
Al unir nuestras penas con las de ella, no las aumentó, sino que nos ayudó a sobrellevarlas, y lo sentimos. Físicamente. ¿Qué no ha sufrido Nuestra Señora? Ella es nuestra madre; quiere ayudarnos a llevar nuestras cargas”.
Esperamos que estos consejos te ayuden a atravesar tu sufrimiento. Cristo está siempre con nosotros.
Extraído de ChurchPopq
ordendesanbenito.org
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