LLAMADO DE ORACIÓN
Oremos porque el Huracán Milton a su paso por la Florida no cause daños mayores ni pérdidas humanas.
Como siempre digo: "nuestro compromiso es orar, por favor 🙏 oren ustedes también.
Oremos con todas las fuerzas de nuestro corazón pero tengan bien entendido que ésta furia es por la desobediencia a Dios, es un llamado de alerta para regresar al Señor. La ira del Señor la aplacamos volviendo la mirada hacia Él. Éstos son mensajes palpables de que el hombre necesita convertirse y fijar su mirada en Él.
San Telmo Patrono de los marineros
y de la Diócesis de Tuy, Tuy -Vigo
-Orden de San Benito Hialeah
... como sacerdote se dedicó a ser padre de los pobres, amigo de todos, consejero de los que necesitaban ser aconsejados, corregidor de vicios, pacificador de peleas y riñas y buen ejemplo para todos de una vida sin mancha y llena de espíritu y sacrificio y oración.
Y sucedió que los marineros y pescadores empezaron a encomendarse a las oraciones de Telmo cuando se iban al mar, especialmente en tiempos de tormentas y vendavales. "¡Fray Telmo, encomiéndenos hoy que el tiempo está difícil!", le decían al embarcarse. El santo les prometía su oración y en plena mar brava cuando los remeros veían que se iban a hundir en las aguas formidables, exclamaban: "Dios mío, por las oraciones de Fray Telmo, ¡sálvame!", y sentían que misteriosamente se libraban de aquellos inminentes peligros de muerte. En los procesos para su beatificación hay centenares de testimonios como estos. Un día en plena tempestad cuando varios pescadores estaban en grave peligro de perecer, San Telmo se puso a rezar por ellos y la tempestad se calmó rapidísimamente, sin que nunca antes hubieran visto una calma así de repentina.
Y el 14 de abril del año 1240, durmióse para éste mundo y despertó para empezar la vida eterna en el cielo.
Y desde entonces empezó una interminable serie de prodigios conseguidos por su intercesión: salvarse de naufragios que parecían irremediables. Calma instantánea de tempestades. Conversión de pecadores. Apaciguamiento entre los que estaban peleados. Solución de graves situaciones económicas. Y por muchos años y hasta siglos, los marineros de España y de Portugal, cuando estaban en gravísimos peligros, lo primero que gritaban era: "¡San Telmo bendito, protéjanos!". Y cuando las tempestades arreciaban, los que estaban en alta mar repetían: "Es hora de invocar a San Telmo bendito".
Algo parecido queremos decir nosotros: cuando las olas de nuestras tentaciones y los huracanes de las pasiones quieran hundir la débil navecilla de nuestra alma, San Telmo bendito: ruega a Cristo por nosotros para que seamos salvos y logremos llegar al puerto de la eternidad feliz.
Extraído de EWTN
ordendesanbenito.org/donations
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