Para reflexionar
Mientras vivimos, prestamos atención a algo: a la salud, a la nutrición, a las obligaciones, a nuestra propia dignidad, a la opinión humana, etc. Con la muerte, todo se vuelve irrelevante, todo pierde importancia y se vuelve completamente innecesario: el hombre se vuelve ante Dios...
Sin embargo, podemos recordar a algunos de nuestros familiares o conocidos que ya fallecieron, cómo aún vivían coleccionando cosas "hasta morir", es decir, querían ser enterrados con esas ropas o zapatos, etc. Imaginaban que su muerte y funeral serían algo extraños.
El Papa Francisco dejó recientemente este mundo y ayer tuvo lugar su funeral. Para despedirlo llegaron invitados de alta categoría, delegaciones gubernamentales y representantes de la élite mundial. Para ellos se estableció un código de vestimenta, es decir, una inscripción en la ropa o el calzado apropiados.
Sin embargo, el difunto Papa Francisco violó éste código de vestimenta. Yacía en un ataúd con los zapatos pisoteados que usarían los bueyes después de su muerte. Estas botas son tu último sermón.
Este es un sermón al mundo, a los más codiciosos, a los que se consideran inmortales.
Éste es un sermón para todos nosotros...
Es importante que todos nosotros leamos y llevemos a cabo este sermón. Después de todo, nada terrenal pesa cuando un hombre está ante el Padre Celestial. Y para lograrlo será necesario que participe cada uno de nosotros.
Jesús, aumenta en mí la fe, la esperanza y la caridad -facebook
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