Tras el ataque armado ocurrido en la colonia El Olimpo, en el que perdió la vida el misionero franciscano Emilio Paredes, la comunidad religiosa y vecinos lamentan la forma en que la inseguridad sigue cobrando víctimas inocentes.
Emilio, de 48 años, había venido de vacaciones a Salamanca y, en un encuentro con amigos, fue sorprendido por las balas. Su vocación de servicio y su compromiso como franciscano lo habían distinguido en vida; hoy su muerte lo coloca en la lista de personas de bien que han caído en hechos violentos.
La indignación persiste, no solo por el crimen, sino porque refleja cómo la violencia alcanza a quienes dedican su vida a ayudar.
Familiares y compañeros piden que se respete su legado y que no se olvide que, como él, muchos inocentes han muerto de la misma manera.
El Salmantino -facebook
ordendesanbenito.org/donations
Comments
Post a Comment